La toponimia de Sigüés
Las sierras de Leire y Orba son el eje
de una comarca en la que han confluido varias lenguas hasta época
tardía. Lumbier, extremo noroccidental de la sierra de Leire,
habló euskera hasta el siglo XVIII, la misma
situación que se dio en Burgui y Garde hasta el s.
XX (limítrofes ambos con
Salvatierra).
Por otro lado, nuestra zona limita por
el noreste con el valle de Ansó (Fago) donde el aragonés se ha hablado hasta
nuestros días. Precisamente fue una variedad de esta lengua la que posiblemente se habló en
Sigüés hasta el siglo XIX.
Conviene recordar que la vertiente
suroccidental de la sierra de Leire quedó prácticamente despoblada tras la construcción
del embalse de Yesa y que desde hace cerca de 50 años nadie vive ya en la
zona. Los últimos hablantes que han llegado a usar todavía
la toponimia de Esco y Tiermas son ya de
muy avanzada edad. La situación se agrava con la pérdida de la documentación
histórica perteneciente a ambos municipios a raíz
de su despoblamiento. En Sigüés
la situación es algo mejor, pero la toponimia, se enfrenta al envejecimiento de la población,
a la paulatina despoblación y a la ruptura en la transmisión de este legado del patrimonio
inmaterial. A estos problemas, compartidos por latoponimia de todo Aragón,
hay que sumar la construcción del recrecimiento de
Yesa, que está llamado a inundar la
zona con más rica toponimia del municipio El estudio de la toponimia de Sigüés
pretende profundizar en el estudio de la evolució lingüística de una comarca que
hoy se presenta castellanizada, aunque conserva numerosos aragonesismos de tipo léxico
y fonético. De hecho, la toponimia recogida
conserva un estado de lengua en el que los rasgos aragoneses son notables e incluso
sistemáticos, lo que permite corroborar la adscripción aragonesa del habla original de Sigüés.
La toponimia de Sigüés muestra gran parecido con la de las comarcas navarras del
Almiradío de Navascués y zonas aragonesas
colindantes, coincidiendo todas ellas en la
conservación de rasgos que llamaremos aragoneses.
Panorama lingüístico de la comarca
No obstante, hay varios hechos
relevantes que confiere un especial interés al corpus toponímico de la comarca y
singularmente al del municipio de Sigüés. Ya hemos mencionado que la antigua
sierra de Oil es un punto de contacto entre los mundos vascónico
y románico. El hecho de que el euskera fuese la lengua de Lumbier hasta el siglo XVIII sugeriría
suponer que en el resto de la sierra fuese notable su presencia, y que, cómo en otros lugares de la
vecina Navarra, se hubiese producido un retroceso paulatino del vascuence de este a oeste
y de sur a norte. Sin embargo la presencia del elemento euskérico
es, en principio, imperceptible en la toponimia conservada en toda la zona. Dicho de otra forma, en
esta comarca la presencia del romance no solo es antiquísima, sino que
seguramente surge como evolución in situ del latín
hablado en una comarca donde la presencia romana fue
intensa.
No este es el momento para debatir
sobre qué lengua fue la que se habló en la zonaantes de la implantación
del latín. El nombre de Sigüés
pertenece
a una amplia serie toponímica en la que se agrupan todos los nombres
de población navarros con terminación en –otz
u –oz, muchos nombres de
Aquitania que portan el súfijo –os, y los aragoneses sufijados en –ués. La opinión más
extendida identifica la distribución de estos nombres con la extención
del vasco antiguo. Desde ese punto de vista nuestra comarca pertenecería de lleno a este espacio lingüístico.
Pero, por otro lado, Sigüés limita con el municipio de la Canal de Berdún,
nombre de neta raigambre celta como lo son probablemente otros no muy lejanos como Navardún y
Gordún. Esto es, la situación lingüística
del eje Leire-Orba dista mucho de mostrar
un panorama simple y diáfono. Además, hemos recogido una serie de nombres,
seguramente los más antiguos, cuya interpretación se nos escapa y cuyo análidis
se nos hace imposible desde el romance o desde el euskera: los nombres de las dos grandes sierra Oil (Ugile en 850) y Orba, el del río Esca, cuy nombre se extendió
seguramente de sur a norte, más que de norte a sur, Oloast (nombre antiguo de Miramont) hoy conservado en
el topónimo Ujás,
Arrenda (Rienda),
Madala, Uñana, Cotano...
Además, a toponimia románica
de Sigüés tiene un especial interés porque nos permite documentar un proceso de evolución
lingüística que, sin solución de continuidad, comienza en el latín y
concluye en el habla actual, a la que podríamos denominar como español de Aragón.
Como en otras comarcas aragonesas, muy poco se sabe de este proceso de castellanización,
y hasta qué punto esta fue un proceso más o menos natural, o un cambio brusco fruto de una labor
consciente ejercida desde la administración o la iglesia que habría
impuesto un modelo culto castellano. Lo interesante de la toponimia de Sigüés es que podría
permitirnos disponer de catas diferentes de ese proceso. Nos limitaremos a esbozar este punto que
desarrollaremos en un futuro estudio.
El núcleo original de Sigüés
se extendía desde Esco a Miramont, de este a oeste; y desde Salvatierra al río
Aragón, de norte a sur. Este ha sido un territorio poblado sin ninguna interrupción
desde época romana hasta nuestras días. Por ello, dentro de él
encontramos los topónimos más
antiguos y un conglomerado de topónimos románicos
en los que los más
antiguos son nétamente aragones y los más recientes, ya son
castellanos. Además de un grupo intermedio
en los que se observa su castellanización tardía: plano > llano, chinebral >
ginebral…
Entre los siglos XVIII y XIX Sigüés
se va a hacer con un territorio que quedó despobladoen la Edad Media, y que por lo tanto
perdió su toponimia, salvo su topónimo mayor: Rienda. Los sigüesanos
que lo colonizan lo hacen creando una toponimia que refleja su lengua aragonesa en lo fonético
y léxico: Las Lacunas, La Torraza, La Coronaza, Las Viñazas, La Varellaza, La
Varella, El Pocé(t), Puyalocoas, Puycarnero…Miramont también
quedó despoblado, pero no ha mantenido una población
constante.
La toponimia recogida es la fijada en
un mapa hecho su propietario en 1939 y que refleja una toponimia creada a lo largo del XIX
y que es fundamentalmente castellana, salvo algún aragonesismo léxico
como La Paúl o El Torrazo. Asso-Veral se asemeja a Sigüés,
pero con la particularidad de que sus habitantes no son dueños de sus tierras, ya que
estas son del marqués de Lacadena. Su toponimia es antigua y claro sabor aragonés
(Puymentiras, Puymoras, Corralata, Yerbeta, La Fociella, El Chinebral, Avellanito, Coscullo,
Planduqué…) aunque carece de topónimos
opacos.
Así pues, la toponimia
estudiada nos permite asomarnos tímidamente a un pasado prelatino confuso, y sobre todo nos
muestra diversas catas en la evolución del romance aragonés al español
gracias a la peculiar evolución de la población
del municipio: el
solar tradicional de Sigüés
(y Asso), la colonización de Rienda por hablantes aragoneses en el XVIII y la de Miramont en el XIX
ya por hablantes de lengua española con rasgos aragoneses.
Características lingüísticas de la toponimia de Sigüés
La toponimia nos muestra ejemplos de:
Conservación de F- inicial
La Facera, La Foz, La Fociella,
El Fondonal, El Fornazo, Varillaforca….
Conservación de oclusivas sordas intervocálicas
Las Lacunas, Corralata, Paco de
Orba y de Rienda, La Queleta, quizá Yerbeta….
Conservación de la solución -ĔLLUM > -iello
Los Sotiellos, Argatiellas, Ell
Ciniello Sarnoso, Los Ciniellos de San Juan, La Fociella…
Uso de los diminutivos -e(te) y -eta
La Cruceta, La Casqueta,
Yerbeta, El Pocé…
Uso de sufijos aumentativos -azo, -aza
La Coronaza, el Fornazo, el
Hortalazo, la Landaza, Las Viñazas, El Paulazo, La Varellaza,…
Uso del sufijo -ito < -ETUM
Avellanito en Sigüés y Asso.
Solución LY> ll
Coscullo.
Evolución J > /ĉ/
Los Chinebrales, Chubatejo…
Conservación del grupo inicial PLPlana
de Chubatejo, Planduqué…
Conservación del género femenino aplicado a ríos
La Esca, puente de la Esca.
Diferentes soluciones a partir de continuadores de la voz latina
PODIUM
Puyarraso, Puyatón, Puymentiras,
Puymayor, Puymoros, Picarnero, Sanapoyo…
Uso de genéricos geográficos característicos aragoneses
Cantera, corona, espuenda, ibón,
lastra, matral, paco, paúl, picarra, puntal, rambla, ripa, saso...
El material recogido
El material recogido es
fundamentalmente oral. Cada topónimo se presenta con su forma normalizada como título,
seguida, en el mejor de los casos, de una explicación
lingüística,geográfica e histórica
del paraje. Se indica también la documentación
recogida y la pronunciación
registrada para cada término, especificando la fuente.
La documentación
procede fundamentalmente de las siguientes fuentes:
-Amillaramiento de 1950 conservado en
el ayuntamiento de Sigüés.
-Catastro de 1850 publicado por Sebastián
Contín.
-Ordinaciones de Sigüés
de 1635, publicadas por Sebastián Contín.
-Libro de la Baronía
de Sigüés. 1732-1753. Propiedad de Sebastián
Contín.
-Censos electorales de 1890, 1910, 1932
y 1955.
SIGÜÉS Informantes
Jesús Casajús
Lampérez, 1930
Antonio Casajús
Gracia (Casa Sánchez), 1927
Carlos Lampérez
Cemboráin (Casa Lampérez), 1936
David Robla Lampérez
(Casa Lampérez), 2000
Mario Robla Lampérez
(Casa Lampérez), 2004
Santiago Rodrigo Puyal (Casa Melero),
1929
María Teresa Landa Iriarte
(Casa Lucas), 1931
Ascensión González
Landa (Casa Higinia), 1930
Edurne Ibarbia Landa (Casa Lucas), 1975
Alberto Arbués
Clemente (Casa Miguela), 1947
Alberto Arbués
Soto (Casa Miguela), 1978
Sebastián Contín
Pellicer (Casa Bernardo), 1944
Mucha y muy interesante información. Esperemos que con el despoblamiento del medio rural no se acabe perdiendo.
ResponderEliminarEl libro del milenario de Sigüés, es tealmente una joya.
Muchas gracias.